sábado, 27 de diciembre de 2008

Cronica de un viaje no planeado..

Hace ya tiempo que no escribía, no me apetecía, no estaba de humor, necesitaba salir de Sevilla y de toda la rutina que la acompaña. Necesitaba encontrar mi mundo, ese lugar del que ya hable, un lugar del cual no mirar atrás para continuar mi vida en este mundo de locos.

Para ello me arme con dos maletas y un deposito lleno. ¿a donde vas? ¿pero que vas solo? ¿cuanto tiempo? Decenas de veces me hicieron estas preguntas, las cuales ni me apetecía ni sabia muy bien como responder, y todas mis respuestas eran similares, no lo se, ni idea..

Aunque no puedo negar que a pesar de la necesidad de evadirme unos días, también me surgían mil dudas por eso de viajar solo, nunca lo había hecho y aunque siempre he sido un caso aparte por eso de que me gusta la soledad, esto iba a ser soledad real, sin nadie conocido a cientos de kilómetros, aunque pensándolo bien era lo que necesitaba.

A si que en la madrugada del día dieciocho decidí prender el camino en una noche de una densa niebla que me acompañaría hasta bien entrada la mañana.. Bueno y.. ¿que rumbo seguir? Para la primera noche Valencia, y después ya se vera.

La primera noche fue estupenda, ni planeado podría haber salido mejor, con fiesta incluida, aunque cierto es que no pude disfrutarla tanto como hubiese querido ya que el cansancio se hacia notar. Después de luchar con el despertador que por razones desconocidas a mi mente despierta apareció en el baño, arreglarme y salir de la habitación en tiempo récord. Pensé en comprobar si era cierto eso de que Teruel existe, a si que a eso de la una del medio día ya me encontraba de camino y dispuesto a encontrar la ciudad desconocida.

Tras ver con mis propios ojos que realmente existía, que era una ciudad como cualquier otra pero en pequeñito y la gente con un acento curioso pero muy sosa quise aventurarme aun mas y conocer la segunda ciudad mas grande de la provincia, Alcañiz, aquí fue donde realmente disfrute de esos pequeños pueblecitos, esta segunda noche y tras la colaboración del cuerpo municipal de policía encontré aparcamiento, alojamiento y lugares donde comer y salir a tomarme unas copas.

A la mañana siguiente, tras recuperarme de la fuerte resaca inicie camino a varios pueblos de la comarca, calanda, andorra, alcorisa, mas de las matas y al día siguiente castelserás en los cuales disfrute a parte de su frió, de paseos por pueblos distintos, gente distinta, bares peculiares, cuestas de las que piensas que vas a echar el pulmón por la boca, unos chatitos de vino e incluso me atreví a jugar al guiñote (parecido a la brisca) con un señor muy simpático en una tasquilla.

Una vez disfrutado todo lo imaginable y más en estos lugares con tanto encanto me surgió la duda de si seguir subiendo hacia el norte o ir acercándome a mi tierra, era casi una duda existencial ya que sabia que el viaje pronto llegaría a su fin, duda que me hizo gastar la batería del móvil consultando el tiempo, los mapas, y ante tanta indecisión opte por la que creo que fue la mejor opción.. agotar los últimos suspiros de batería del móvil para usar un programita que consiste en echar una moneda al aire jejeje cara dirección norte, cruz dirección sur. Salio cruz y tan solo tuve que mirar en la guiá campsa un lugar donde pasar la noche que pillase de camino, y tuviese algo que me llamase la atención, a dedo.. salio cuenca, que prácticamente entube de paso, aunque como de presupuesto iba muy bien decidí pegarme un pequeño lujo y quedarme en el parador, un antiguo monasterio habilitado frente a las casas colgadas, unas vistas preciosas aunque en la calle el grajo volaba bajo..

Tras descansar como un rey y llenar el neceser de productos de baño del parador jijiji ya tenia en mente mi Andalucía querida y.. ¿donde parar mejor que en Jaén? Esa gran desconocida para la mayoría de andaluces y que tan preciosa es.. tan solo puedo decir que me he llevado una muy grata sorpresa y que volveré, he vuelto enamorado de Jaén, como antaño ya lo consiguieron sus hermanas Córdoba y Granada. Es una pequeña ciudad llena de cuestas para ir a cualquier lugar pero cada una de ella emanan su atractivo encanto y que decir del castillo, si incluso me aloje en el.. que vistas, que brisa acariciando sutilmente la cara y que pedazos de cuestas para subir.. pobre C4..

Y como no, lo mejor lo dejo para el final.. he conocido gente maravillosa, que me han sorprendido, me han acompañado, ilusionado, guiado y soportado, que todo hay que decirlo, algunas de ellas se que esto lo leerán, otras dudo que conozcan la existencia de Internet, pero a todas ellas muchas gracias de parte de un vagamundo ilusionado.